lunes, 7 de diciembre de 2015

Lo que el tiempo me hizo ver

Y después de un año,
descubrí.
Descubrí qué eran los alfajores,
que al fin y al cabo no era tan raro lo nuestro,
que yo tenía mucha prisa y lo que rápido empieza,
rápido termina.
Que las cosas hay que hacerlas poco a poco, empezarlas desde abajo,
pues Roma no se hizo en un día.
Descubrí que después de todo,
no hubiera sido tanta locura,
no hubiera salido tan mal,
quizás nos faltó, esa última noche que tanto pedías.
Pero ya, no puedo saberlo, 
solo sé , que pudo ser algo que al final no fue.

Cuando la cama se me hace grande

A veces,
cuando me siento sola, me acuerdo de lo fácil que era perderse entre tus piernas.
Sí,
aunque me joda admitirlo hay veces en las que aún me acuerdo de ti.
No siempre,
pero si a veces.
Me acuerdo de lo sencillo que parecía todo cuando las toneladas de mierda no nos inundaban la habitación, cuando sonreías y parecía que el mundo no se iba a acabar nunca, cuando al girarme te encontraba en la cama.
Y me jode.
Sí.
Me jode acordarme de todo lo que tu quisiste olvidar desde el primer minuto.
De cosas increíbles que has convertido en recuerdos inmemorables.
Y me jode aún más porqué no te quiero.
Lo siento,
es así,
ya no te quiero.
Pero hace tiempo que no araño una espalda como la tuya, en un último suspiro.

miércoles, 29 de abril de 2015

Amores que matan, pero nunca mueren

Él la amaba, el cosquilleo que sentía en el pecho se lo repetía cada noche, la amaba. A su almohada le contaba qué jamás vieron sus ojos mujer tan dulce como aquella, labios tan rojos, ojos tan negros. Su amor parecía sacado de entre las páginas de William, tan fugaz y tan maldito, tan apasionado y prohibido que jamás nadie pensó que aquella locura pudiera tener un final que no fuese desgraciado. La esperaba al alba en el camino, dónde cada mañana sus vidas se cruzaban, Abril, lluvioso el último día que la vio pasear de la mano de un joven afortunado, imagen que fue su entierro pero no su olvido, porqué hay amores que matan pero nunca mueren.