miércoles, 17 de julio de 2013

La muerte es efímera, ataca sin que te des cuenta, incluso cuando menos te lo esperas,la muerte viene y no se va, sino que se lleva con ella tu vida entera. Normalmente la muerte no nos afecta de forma directa, lo que quiero decir con esto, es que cuando el fallecimiento es nuestro, morimos sin más, cuando nos vamos no tenemos nada más que hacer, no sufrimos una ausencia, no echamos de menos, pero sin embargo, cuando se va algún ser querido, o alguna persona que formaba parte de nuestra vida, la muerte es mucho más cruel. Se lleva consigo sentimientos, alegrías, ilusiones, esperanzas, sueños y no digamos recuerdos, porque los recuerdos se quedan con nosotros, permanecen en nuestro corazón y ni si quiera la muerte nos hara olvidarlos. Desgraciadamente el daño que provoca la muerte es mucho más grande que cualquier gesto de amor o cariño, es un daño irreparable y aunque con el paso del tiempo aprendamos a vivir con la situación, siempre nos queda una espinita, y no para mal, sino al contrario, un gran recuerdo que nos haga sonreir al recordar a la persona que se fue.

domingo, 24 de marzo de 2013

Cierra los ojos, respira, imagínate que estás  conmigo en uno de los lugares más bonitos del mundo, que no hay prisas, ni agobios, ni gente, ni atascos.Que lo más caro que hay son mis besos y a ti te los regalo.
Que lo más alto que tienes que alcanzar es a mi, que cuando estoy contigo me siento como si estuviera en las nubes.Imagínate que el único camino que tienes que seguir es el de mis caderas, que la meta está en mis labios, y mis labios con los tuyos.

lunes, 11 de marzo de 2013

Porque dar llena mucho más que recibir.

Uno nunca sabe las vueltas que va a dar la vida, a veces pensamos que la monotonía acabará con nosotros, pero el día menos pensado ocurre algo que pone nuestra vida patas arriba y hace que todo cambie.
Hace unos días comenzó en el colegio una actividad de voluntariado en la que los alumnos de 1 de Bachillerato nos acercamos una hora semanal a ayudar en un centro para personas discapacitadas y excluidas de la sociedad. Muchos hemos ido movidos por al curiosidad y temiendo ser dominados por nuestros prejuicios, y entre esos muchos me encontraba yo; fue hace justamente un día  Llegamos a la hora de la merienda, al principio, he de reconocer que un poco asustados y avergonzados, porque si que es cierto que muchas veces no sabemos como actuar ante personas con alguna discapacidad o problema. Pero pese a la vergüenza y al miedo de no ser bien recibidos, nos desenvolvimos muy rápido, tan rápido como nos dimos cuenta de que aquellas personas necesitaban nuestra ayuda. Desde simples ancianos que se han quedado sin casa y sin medios, hasta personas muy enfermas con alzheimer o esquizofrenia, todas son dignas de recibir nuestro cariño y nuestro amor. 
Varias cosas marcaron mi visita en el centro, la primera de ellas quizás no la entendais tanto porque hay que vivirla, ocurrió mientras servia la merienda, yo llevaba una jarra de leche, y al acercarme a una mesa, descubrí algo que me pareció muy familiar. Llené un vaso a un anciano y le ofrecí leche al que habia a su lado, en ese momento el anciano levantó la mirada, me miró a los ojos e hizo un gesto inconfundible, agachó la boca haciendo una mueca que en miles y miles de ocasiones se la habia visto hacer a mi padre, fallecido hace justo un mes. Esa mirada y ese gestó lleno tanto mi interior que hizo que estuviera aún más dispuesta a darles la ayuda que un día necesitó mi padre.
Otra de las cosas que me marcó también, ocurrió en la planta de arriba, en el dormitorio de Sara y Trini, dos mujeres casi inmóviles, que pasan sus días postradas en una cama.
Trini apenas puede expresar gestos con la cara, solo mueve la cabeza de un lado a otro y sonríe  Sara tiene un poco más de movilidad en los brazos. Ninguna de las dos habla, pero en su rostro se puede ver la felicidad que les causa una simple visita. 
Para los que colaboráis con gente de cualquier otra manera, esto es solo una forma más de expresar lo que se siente cuando das algo sin esperar nada a cambio, sin que te paguen con dinero sino con felicidad.

miércoles, 2 de enero de 2013

Las cosas siempre empeoran antes de mejorar

Querido blog, vuelvo a renacer después de casi dos meses sin dar señales de vida, hoy es necesidad escribir y no en cualquier parte, sino aquí. ¿Sabéis? es increíble y único el hecho de enamorarse. De encontrar a la persona perfecta y no solo de quererla sino también el hecho de que nos quiera.  Llevo varios meses intentando describir la sensación que ha pasado por mi, los sentimientos que ha sentido mi corazón, todo era perfecto, apareció en mi vida alguien que fue capaz de cambiarlo todo de principio a fin, de enseñarme a valorar lo que tengo y a respetar a quien me respeta, quisé y quiero a esa persona, pero desde hace un par de semanas nada es igual. Siempre he perdido la ilusión de un día para otro con todos los chicos   con los que he estado, ahora no es así. Es verdad que estoy rara, que hay algo en mi interior que me inquieta y no me ayuda a tomar decisiones, pero no creo que esto haya sido el final, ni mucho menos, a pesar de los altibajos, de los cabreos tontos, de los celos, y sobre todo de las inseguridades, yo te sigo queriendo, quizás no como el primer día que me enamoré de ti, pero sigo estando dispuesta a luchar por esto, porque las cosas siempre empeoran antes de mejorar.
Han cambiado muchas cosas y no de un día para otro, me enamore de esa persona segura, que siempre quería llevar razón, de ese cabezota que nunca paraba hasta sacarme una sonrisa y ahora que tienes miedo a perderme...eres tan frágil...tan inseguro, sabes, no te estoy echando las culpas de lo que me pasa a mi, pero quizás si confiaras un poco más en ti y en esto que siento, todo seria como antes.