Y volvió a ocurrir, y como todos y cada uno de los viernes me cautibaste con tu sonrisa y esa mirada que me llena el corazon de recuerdos bonitos y buenos momentos. Y tu, que no me quieres, ni quieres que te quiera y sin embargo te haces querer. Y yo que siempre me resisto y al final caigo en la tentacion. Y nosotros, que juntos no somos nada y a la misma vez un peligro. Y el miedo que nos hizo cometer estupideces. Y todas y cada una de nuestras tonterías y nuestras risas sincronizadas. Y esas personas que día tras dia me preguntan que que veo en ti, y nadie se explica como a día de hoy te sigo queriendo, y es que no entienden que lo que me enamoro fueron tus zapatillas naranjas.