Esta historia va dedicada a mi primer amor, el único hombre que me comprende, el único que poseerá siempre la llave de mi corazón. A quien tengo la suerte de considerar no solo mi mejor amgio, sino mi héroe.
Un triste final…para una bonita historia.
No era más que una tarde cualquiera; aburrida y larga…no sabíamos qué hacer, qué hablar, ni cómo actuar.
Subimos a dar un paseo por el campo, estábamos un poco cansados pero no parábamos de andar.
Llegamos a una gran explanada, el camino se dividía en dos; elegimos el de la derecha y nos adentramos en un bosque que parecía no acabar nunca y se llenaba cada vez más de árboles y todos iguales.
Eran ya las seis de la tarde y seguíamos andando, yo creía que nos habíamos perdido pero no me atreví a decírselo por sí se asustaba o algo.
Llegamos a una gran cortina de flores, árboles y arbustos; nos quedamos los dos súper sorprendidos, abrió un huequecito entre dos arbustos y entramos.
No era más que una tarde cualquiera; aburrida y larga…no sabíamos qué hacer, qué hablar, ni cómo actuar.
Subimos a dar un paseo por el campo, estábamos un poco cansados pero no parábamos de andar.
Llegamos a una gran explanada, el camino se dividía en dos; elegimos el de la derecha y nos adentramos en un bosque que parecía no acabar nunca y se llenaba cada vez más de árboles y todos iguales.
Eran ya las seis de la tarde y seguíamos andando, yo creía que nos habíamos perdido pero no me atreví a decírselo por sí se asustaba o algo.
Llegamos a una gran cortina de flores, árboles y arbustos; nos quedamos los dos súper sorprendidos, abrió un huequecito entre dos arbustos y entramos.
Era de lo más impresionante que habíamos visto nunca, tanto él como yo.
Un gran lago con el agua cristalina y lúcida como los ojos que se reflejaban.
Un montón de flores de mil colores diferentes, había hasta de colores que nunca habíamos visto ninguno de los dos; grandes, pequeñas, medianas, gigantes…
Un montón de ruidos se oían alrededor, había animales sin parar, cuscurreando y cruzándose: ardillas, ratones, gatos…
Era maravilloso, lo que nunca había imaginado, una fuente de relajación exquisita…
Cuándo se paso el tiempo de sorpresa nos miramos, sonreímos y nos abrazamos él uno al otro,
Avanzamos mas adentro y nos sentamos alado…
Pasamos una hora entera tumbados mirando a las estrellas e imaginándonos constelaciones, de repente me miró y dijo:
- Te quiero, abrazame y no me sueltes nunca.
Sonreí y le abracé
Al día siguiente quedamos otra vez para ir al mismo sitio, y al siguiente también, y al otro…
Se convirtió en nuestra rutina día a día, en nuestro lugar secreto de encuentro.
Hoy en día sigo iendo una vez por semana pero…
Un gran lago con el agua cristalina y lúcida como los ojos que se reflejaban.
Un montón de flores de mil colores diferentes, había hasta de colores que nunca habíamos visto ninguno de los dos; grandes, pequeñas, medianas, gigantes…
Un montón de ruidos se oían alrededor, había animales sin parar, cuscurreando y cruzándose: ardillas, ratones, gatos…
Era maravilloso, lo que nunca había imaginado, una fuente de relajación exquisita…
Cuándo se paso el tiempo de sorpresa nos miramos, sonreímos y nos abrazamos él uno al otro,
Avanzamos mas adentro y nos sentamos alado…
Pasamos una hora entera tumbados mirando a las estrellas e imaginándonos constelaciones, de repente me miró y dijo:
- Te quiero, abrazame y no me sueltes nunca.
Sonreí y le abracé
Al día siguiente quedamos otra vez para ir al mismo sitio, y al siguiente también, y al otro…
Se convirtió en nuestra rutina día a día, en nuestro lugar secreto de encuentro.
Hoy en día sigo iendo una vez por semana pero…
PERO ÉL YA NO VIENE CON MIGO, YA NO ME ACOMPAÑA SU SONRISA, YA NADIE ME AYUDA A SUBIR LOS SENDEROS Y SUS MANOS YA NO ME TOCAN CUANDO ME TUMBO A CONTEMPLAR EL ALREDEDOR
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